El pasado 13 de mayo, en una nueva y contundente acción para salvaguardar el patrimonio ambiental de Cartagena, se llevó a cabo un operativo integral en la zona de manglares del corregimiento de La Boquilla, gravemente afectada por invasiones y rellenos ilegales. La jornada fue liderada por la Alcaldía Local 2 a través del Ecobloque Marino Costero, en articulación con la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique), la Oficina de Asuntos Ambientales del Distrito, el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), la Guardia Ambiental, la Oficina Asesora de Informática, Gestión del Riesgo y la Policía Nacional, a través de su unidad de Carabineros.

Durante el operativo se realizó una inspección técnica in situ, en la que se evidenciaron múltiples afectaciones al espacio público, incluyendo la disposición irregular de residuos sólidos de origen de demolición y construcción. Como resultado, se procedió con la inmovilización de una volqueta presuntamente involucrada en dichas prácticas ilegales, reafirmando el compromiso de las autoridades con el control territorial y la legalidad.

El director de Cardique, Ángelo Bacci, advirtió sobre el deterioro de los cuerpos de agua en esta zona, en especial de la ribera de la Ciénaga de la Virgen, donde el crecimiento descontrolado de urbanizaciones ilegales amenaza con transformar irreversiblemente el ecosistema. A su vez, Francisco Castillo, director de la Oficina de Asuntos Ambientales del Distrito, fue enfático en que “por instrucción del alcalde Dumek Turbay, estamos actuando con contundencia. No habrá contemplaciones con quienes insisten en destruir nuestros ecosistemas promoviendo estos rellenos ilegales”.

El mensaje institucional fue categórico: hasta aquí llegó la invasión del bien de uso público. A partir de este momento, se trazó una línea de no retorno hacia la gobernanza y la defensa del territorio. Esta situación ha alcanzado un nivel de alerta que trasciende lo ambiental y se considera una prioridad de seguridad nacional.

La jornada finalizó con una reunión estratégica con la Fiscal Especializada en Asuntos Ambientales, en la cual se revisaron los mecanismos jurídicos que permitirán al Ecobloque Marino Costero actuar con mayor contundencia frente a los delitos ambientales. La advertencia fue clara: quienes persistan en estas prácticas enfrentarán todo el peso de la ley.

Cartagena avanza hacia un modelo de gestión ambiental basado en la articulación institucional, la acción decidida y la participación ciudadana. La defensa del territorio y los bienes de uso público no es negociable.