Alcaldía de Cartagena, a través de la Etcar, ejecuta acciones de protección en la muralla entre los baluartes de San Miguel y de Santa Teresa
Las actividades realizadas por egresados de la Etcar son la refacción del solado (piso), la refacción de las troneras (donde se ubicaban los cañones) y de los merlones (muros) de este tramo.
Cartagena de Indias D. T. y C., miércoles 23 de julio de 2025. La Alcaldía Mayor de Cartagena, a través de la Escuela Taller Cartagena de Indias (Etcar), avanza la ejecución de su Plan Anual de Mantenimiento de las Fortificaciones, con la refacción del solado, es decir el revestimiento del suelo, de la cortina de muralla entre los baluartes de San Miguel de Chambacú y de Santa Teresa, ubicados en el sector de Puerto Duro.
La institución delegada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes como administradora de estos Bienes de Interés Cultural (BIC), realiza esta actividad para reparar la capa rígida por donde circulan los visitantes, ya que se ha desgastado por su exposición a la intemperie, por la abrasión al caminar y los cambios de temperatura, ocasionando pérdida de su consistencia y la separación del material que lo compone.
El objetivo del trabajo es evitar que la humedad entre al terraplén (relleno) de la muralla y por ende prevenir filtraciones hacia el material fino, lo cual podría afectar la estabilidad de la fortificación. Al mismo tiempo, favorecer la evacuación del agua y garantizar el tránsito seguro de los visitantes por este sector de 3000 m2.
El arquitecto especialista en restauración, Mario Zapateiro Altamiranda, coordinador de Obras de la Etcar, explica: “La tipología de esta cortina de muralla tiene un sistema de evacuación de líquidos de dos pendientes (inclinaciones) separadas por un pirlán (pieza en piedra de origen coralino). Una de las pendientes evacúa las aguas hacia el caño de San Anastasio a través de los canalillos y mechinales; mientras que la otra pendiente va hacia la contramuralla, es decir, hacia la avenida Luis Carlos López”.
La tarea ejecutada por técnicos egresados en Albañilería de la Etcar, con la guía de un maestro de obras y especialistas en restauración, se realiza con los materiales identificados a partir de un estudio, el cual aclara que la fabricación de los solados (pisos) data de hace varias décadas, y que su materialidad no es puramente cal, sino una mezcla con partículas de cal, cemento, caracuchas y arena gris, de entre 7 cm y 10 cm de espesor.
A su vez, es importante aclarar que las obras de protección del terraplén mediante la refacción del solado, no cubren toda la extensión del adarve (camino entre los baluartes), ya que la capa rodadura no abarcará los sectores en piedra dispuestos para la operación de los cañones.
Por otro lado en este mismo tramo de muralla se hará la reparación de 360 m2 de los merlones y troneras (o cañoneras donde se ubicaban los cañones), consistente en impermeabilizar la parte superior de los merlones para evitar que les entre agua, y asimismo, rellenar las oquedades de su superficie vertical con mortero (mezcla) a base de cal y piedras pequeñas de origen coralino. Las troneras ubicadas entre cada merlón, también tendrán la refacción de piso para garantizar la inclinación que permita la evacuación de aguas.
Sandra Schmalbach Pérez, directora General de la Etcar, indica que “Estas actividades que realizamos de manera constante en las fortificaciones garantizan su protección y permanencia física en el tiempo, sin embargo estas acciones van acompañadas de una robusta programación académica, artística y cultural, precisamente para incentivar su conocimiento y disfrute, que es lo que les da sentido. Invitamos a la ciudadanía a mantenerse informada de todos los avances en mantenimiento y puesta en valor, e igualmente a participar en los planes que organizamos para todos”.
Fin del comunicado No. 1.233
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